Sopa de letras
CAT, MAD, EUS, VAL, GAL, CAN, AND, RIO, CYL, CYM, MUR, BAL, ARA.....y así hasta 19 acrónimos de otras tantas Comunidades Autónomas lucirán en muy poco tiempo en las matrículas de un país que todavía empieza por E. Y todo esto, porque al final los nacionalistas se han salido con la suya de poner a las matrículas sus distintivos autonómicos.
Que se vaya preparando la Guardia Civil de tráfico y todos los cuerpos de policía europeos. La matrículas españolas, gracias a la magnanimidad paleta y provinciana de nuestro ministro Alonso, se van a convertir en una auténtica sopa de letras.
Exactamente lo contrario de lo que, por lógica, ha de ser una matrícula. Una forma clara y sencilla de identificar un vehículo. Pero se pretende todo lo contrario. La consecuencia de ésto es muy sencilla, la tramitación de los traspasos de los vehículos, se volverá más complicada y la venta de los coches de segunda mano será aín más comopleja, máxime porque, un madrileño no querrá ni por asomo, que su matrícula lleve el "CAT", va a querer que lleve el "MAD". Osea que entre "gatos" y "locos" volverán esas transferencias complicadas de vehículos, que si con el nuevos sistema sin importar su procedencia facilitaba en cierto sentido la no necesidad de rematriculación, ahora se volverá como una norma más en las transferencias de vehículos. En otras palabras: Transferir un vehículo será más caro por los costes de la nueva matriculación.
Y todo sea por la salvaguarda de la "identidad" de los conductores de todas y cada una de nuestras regiones. Quizá a ciertos habitantes de Cartagena eso de llevar MUR en la placa del coche no les identifique demasiado, o quizá a los conductores gallegos no les apetece demasiado llevar ciertas siglas malditas allá donde vayan, pero, ¿se puede elegir?
Que se vaya preparando la Guardia Civil de tráfico y todos los cuerpos de policía europeos. La matrículas españolas, gracias a la magnanimidad paleta y provinciana de nuestro ministro Alonso, se van a convertir en una auténtica sopa de letras.
Exactamente lo contrario de lo que, por lógica, ha de ser una matrícula. Una forma clara y sencilla de identificar un vehículo. Pero se pretende todo lo contrario. La consecuencia de ésto es muy sencilla, la tramitación de los traspasos de los vehículos, se volverá más complicada y la venta de los coches de segunda mano será aín más comopleja, máxime porque, un madrileño no querrá ni por asomo, que su matrícula lleve el "CAT", va a querer que lleve el "MAD". Osea que entre "gatos" y "locos" volverán esas transferencias complicadas de vehículos, que si con el nuevos sistema sin importar su procedencia facilitaba en cierto sentido la no necesidad de rematriculación, ahora se volverá como una norma más en las transferencias de vehículos. En otras palabras: Transferir un vehículo será más caro por los costes de la nueva matriculación.
Y todo sea por la salvaguarda de la "identidad" de los conductores de todas y cada una de nuestras regiones. Quizá a ciertos habitantes de Cartagena eso de llevar MUR en la placa del coche no les identifique demasiado, o quizá a los conductores gallegos no les apetece demasiado llevar ciertas siglas malditas allá donde vayan, pero, ¿se puede elegir?
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